El curso del tiempo que no vemos pasar muy a menudo nos trae la realidad de ciertas paginas de nuestra vida o capitulos de una historia cercana a nuestra familia, nuestro país nuestra nación. Al cruzar la barra del año 2000, nosotros los haitianos debíamos de celebrar muchos acontecimientos escritos en letras capitales en los anales de la historia universal. Entre estas fechas de sublimes recuerdos, el primero de Enero 2004 encabezaba con honra y orgullo. Sin embargo; el ego hinchado de uno más de estas caricaturas mal hechas de dirigentes mediocres que este país ha tenido que soportar el mundo entero se burló de lo que nosotros nos gusta vanagloriarnos y con razón. La culpa no la tiene ni Haití ni la victoria del ejército indígena sobre la poderosa armada de Napoleón. Ella es de cada uno de nosotros y de todos aquellos que han dejado de hacer o que no hicieron nada para que en la cabeza de esta nación estén los más capacitados pulcros y honestos.
2007 es un año de una buena cosecha para no decir “un bon cru”, usando una foormula propia de enología. Hay muchas fechas que conmemorar:
- El centenario del nacimiento de Francois Duvalier . No sé si hay que celebrar o llorar el nacimiento de unos de los dictadores mas feroces que América haya conocido
- El 50 avo aniversario de la “Revolución Duvalierista”. Tuvo su importancia este recordatorio que de seguro sirve para darse cuenta que desde el final de este régimen en 1986 Haiti no ha avanzado ni desde el punto de vista político, social o económico.
2007 trae también el aniversario número 70, de la masacre de Trujillo de 1937 donde más de 20.000 ciudadanos haitianos vieron sosegadas su vida por orden de un enfermo siquiátrico que ha sabido acariciar un sector de la población dominicana en el sentido de los pelos.
Si durante mis estudios en uno de los mejores colegios de Puerto-Príncipe nunca había oído hablar de este triste y vergonzoso episodio de la historia de los dos países es primera vez que he oído sectores levantando debates con el tema.
Me imagino que los regímenes dictatoriales que coincidieron con mis estudios clásicos, han sido los autores de esta ceguera o de este silencio debido a que los Duvalier continuaron enriqueciéndose con las famosas zafras quienes llevaban hacia una nueva forma de esclavitud, ciudadanos de Haití en las labores de corte de la caña de azúcar en los diferentes bateyes de República Dominicana país.
A causa de esta situación, yo estuve a punto de pasar una enorme vergüenza durante mis estudios en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Yo cursaba estudios en el colegio universitario antes de pasar con los créditos de la facultad de medicina. Antes de esto, tuve que conseguir une reválida con unos créditos de literatura dominicana, literatura latinoamericana historia y geografía dominicana.
Por razones que todavía no logro penetrar, un chileno quien enseñaba historia dominicana nos hizo una lectura superficial del manual de historia de Frank Moya Pons. Esta lectura fue tan superficial que à través de las páginas de este voluminoso libro no logre entender ni captar lo dramático de este episodio que relata un genocidio tan relevante como el holocausto, el genocidio de Armenia entre otros.
Ni siquiera tuve el alumbramiento a menudo feliz de la curiosidad para investigar y saber más sobre la matanza de Trujillo. Yo vivía una especie de bohemia bebiendo cerveza, bailando merengues y acostándome con mujeres.
Todo iba a cambiar cuando para un trabajo de literatura haitiana salí a buscar libros de autores haitianos publicados en español y disponibles en las librerías dominicanas. ME encontré una joyas de la producción literaria de Haití, y sobretodo, libros cuya la publicación y circulación eran prohibidas en Haití pues los autores eran “camoquin”. Ahí me refiero à “MAT DE COCAGNE” o EL PALO ENSEBADO de René DEPESTRE, COMPERE GENERAL SOLEIL o MI COMPADRE GENERAL SOL de JACQUES STEPHEN ALEXIS, del mismo autor EL ROMANCERO DE LAS ESTRELLAS, EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS.
Mis amigos que me vieron leer estos libros se interesaron también y aproveche para presentarles otros clásicos como EL GOBERNAODR DEL ROCIO del inmortal JACQUES ROUMAIN.
Pues me informé sobre la matanza de Trujillo con la lectura de COMPADRE GENERAL SOL. Co su forma tan particular de describir los detalles pude transportarme en el tiempo y viví algo de la angustia de estos días tenebrosos para los haitianos viviendo des otro lado de esta frontera!
Luego me indicaron otro manual intitulado “EL MASACRE SE PASA A P IE” sobre el mismo tema pero no lo leí porque este relato tenía el mismo sabor y la misma nocividad, la misma letalidad de aquellas bebidas venenosas que no se debe ni siquiera vomitar para no causar aun más daños a los tejidos una vez afectados por el paso desde afuera para adentro.
Desde este día sentí que la relación con mis amigos nunca podría ser normal. No significaba por lo tanto que iba a resentir cosas negativas con el contacto de aquellos ciudadanos marcados también por la historia y una herencia difícil de llevar. Sabía que en estas situaciones muy fácilmente el tema podía sobresaltar en una conversación cualquiera.
Algunos meses más tarde, yo me encontraba en el campus de la UASD, Universidad Autónoma de Santo Domingo. Yo asistía al igual que miles de estudiantes los cursos necesarios para probar el colegio universitario antes de entrar en la facultad de medicina.
Los compañeros empezaban a penas a acercarse a mí. No era difícil reconocer mis deficiencias en el español coloquial y sobretodo mi acento de francófono. Pero fueron más bien mis notas quienes llamaban la atención que mi acento de haitiano. Pues aun en español yo era uno de los mejores en esa época.
Un día, como se había de esperar, un tipo bien, discreto y serio, más serio que yo ya que en esta época también me vestía de manera poco formal. En una conversación bastante agradable por cierto, un joven , JRQ me dijo :
- Diga perejil…
Le eché una mirada roja repleta de desdén y le pregunte:
- Porque diablo tu quieres que yo repita esta palabra?
Como él era inteligente el entendió de una vez que él había cometido una burla de muy mal gusto, una verdadera metida de pata de lo que se llama una gran cagada.
Los demás, por supuesto menos inteligentes, tuvieron reacciones diversas pero siempre apegadas a sus cualidades de imbéciles notorios. JRQ se acerco a mí y me dijo poniéndome la mano en el hombro:
- Compañero lo siento mucho. Nosotros relajamos mucho con cosa así, sin pensar en las consecuencias ni en la conceptualización de la imagen que eso pudiera representar para ti. Sinceramente discúlpame.
Yo le dije:
- Sabes compañero no te sabré decir si lograría pronunciar bien o no esta tu maldita palabra. De seguro podría tener dificultades con pronunciar de manera consecutiva una “r” bien enrollada seguida de un “h” aspirado. Sin embargo no creo que sea necesario ponerme la etiqueta de haitiano después de pronunciar esta palabra porque estoy muy y muy orgulloso de ser haitiano y, mi “haitianidad” es un estandarte que yo exhibo con un orgullo exagerado a cada instante justo después de decir mi nombre. Si todavía no lo sabías es porque tú no habías manifestado el interés para ello sino lo hubiera sabido.
Desde aquel entonces afiance mi personalidad y los demás estudiantes se acercaron a mí con cuidado. JRQ fue mi compañero de toda la carrera. Su madre fue como mi madre; su casa fue mi casa.
El ha sido y el es aun un verdadero amigo. Aun cuando no he tenido contacto con él desde más de siete años estoy convencido de que no necesitare invitación ni preaviso para ir a su casa y compartir con él.
La moraleja de este cuento es que yo hubiera podido pasar o dejar pasar esta oportunidad para demostrar que yo era uno de aquellos que se siente orgulloso de su nacionalidad.
Haití no es un país maldito. Es que unos malditos han desgraciado la obra de esos hombres que sin copias ni semejantes pues son excepcionales.
No es ni una mancha, ni una debilidad ser haitiano sino algunos apátridas haciéndose pasar por haitianos han obrado por enriquecerse como lo hicieron les vendedores de esclavos, los redactores del código reglamentando el trafico y el trabajo inhumano de los esclavos y los colonos.
Haití es más que Duvalier, Aristde, Preval y los demás que han de ocupar el famoso sillón. Haití es el cumplimiento del pensamiento de Toussaint Louverture, de Jean Jacques Dessalines.
Haití es el terreno donde los grandes principios que rigen hoy hipócritamente lo políticamente correcto a cerca de leyes universales como igualdad, libertad etc…florecieron y produjeron frutos.
El que no quiera reconocerlo o se miente a sí mismo o demuestra la envergadura de su ignorancia y la estrechez del alcance de su espiritualidad. Lo que no se quiera reconocer no dejará de existir.
El proceso de “NEANTISATION” cultivado por los eternos adversarios de esta causa no lograra éxito porque sinceramente ya Haití pertenece a lo que es universal e inmaterial.
Docteur Jonas JOLIVERT
... Un saludito a los hispanoparlantes quienes nos visitan con frecuencia!
Une fenêtre ouverte sur Haïti, le pays qui défie le monde et ses valeurs, anti-nation qui fait de la résistance et pousse les limites de la résilience. Nous incitons au débat conceptualisant Haïti dans une conjoncture mondiale difficile. Haïti, le défi, existe encore malgré tout : choléra, leaders incapables et malhonnêtes, territoires perdus gangstérisés . Pour bien agir il faut mieux comprendre: "Que tout ce qui s'écrit poursuive son chemin, va , va là ou le vent te pousse (Dr Jolivert)
samedi 10 novembre 2007
Inscription à :
Publier les commentaires (Atom)
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire