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jeudi 21 octobre 2010

América Latina y el Caribe sigue siendo la región con mayor desigualdad del mundo

Informe del PNUD sobre Desarrollo Humano

Le siguen Costa Rica, Venezuela y Argentina
Bolivia, Hai y Brasil son los más desiguales del mundo
Diez de los 15 países más desiguales del mundo se encuentran en la región
Ana Artigas, Uruguay
Actualizado martes 19/10/2010
América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo en materia de distribución de la riqueza y Uruguay puede consolarse con ser el más igualitario de esta parte del mundo. Esa es una de las conclusiones que se extrae del Informe Regional sobre Desarrollo Humano 2010 elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), presentado este martes en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República en Montevideo.
Aunque la región ha reducido significativamente la pobreza, se lee en el informe, no ha ocurrido lo mismo con la desigualdad, cuyos "altos niveles han sido relativamente inmunes" a las políticas aplicadas en los últimos 20 años, ya sea por gobiernos conservadores, predominantes en los años 90, como de izquierda o centroizquierda, mayoritarios en la primera década de este siglo.
Tres rasgos caracterizan la desigualdad en América Latina y el Caribe (ALC): "es alta, es persistente y se reproduce en un contexto de baja movilidad socioeconómica. Si bien es cierto que a comienzos del siglo XXI se observó en doce países una reducción de la desigualdad (medida por el ingreso), los tres rasgos mencionados (...) han trascendido muy diferentes regímenes políticos".
Países con menos desigualdad
El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad a partir del ingreso de los hogares (cuanto más bajo el coeficiente mejor es la distribución), indica que Uruguay es el país de ALC con mejor distribución del ingreso de la región. Tiene un coeficiente de 44,7, y le siguen Costa Rica, Venezuela y Argentina.
Bolivia (59,3), Hai (59,2) y Brasil (55,2) son los más desiguales de la región y, por ende, del mundo. Sin embargo, en comparación con otras regiones del planeta, Uruguay no tiene demasiado de qué ufanarse: la desigualdad es similar a la de China (coeficiente de Gini 45), mucho mayor que la de Dinamarca (27) e incluso superior a la de Portugal (41) y Estados Unidos (40), que son los países desarrollados con mayor desigualdad.
La desigualdad de ingresos en ALC es un 65% más alta que en los países ricos, pero también 36% superior a la de los países de Asia oriental y 18% mayor que la de los del África subsahariana. Diez de los 15 países más desiguales del mundo se encuentran en América Latina y el Caribe.
Según el informe, "el tamaño de la clase media importa por el papel de este segmento como motor del crecimiento económico, al fortalecer el mercado interno y porque la existencia de una clase media sólida se correlaciona con mayor cohesión social y menor conflictividad". Pues bien, en ese sentido "apenas poco más de un tercio de la población total" pertenece a ese segmento en la región, con la notable excepción de Uruguay, donde el 40% de la población formaba parte de ella.
A pesar de la reducción de la pobreza que tuvo lugar en la región en los últimos 40 años, no ha ocurrido lo mismo con la desigualdad. El coeficiente de Gini para toda ALC empeoró entre 1970 y 2000: pasó de 48,4 a 50,5, mientras que en los países de la OCDE y en los asiáticos prácticamente no se modificó en el mismo período.
Las mujeres
El informe del PNUD también destaca otras desigualdades al margen de la que se mide por los ingresos, entre ellas la de género. "Según el índice de potenciación de género (IPG), que mide el grado de participación de las mujeres en las decisiones políticas, su acceso a oportunidades profesionales, su participación en las decisiones sobre los recursos económicos, la desigualdad es aún mayor", asegura el documento. Con excepción de Trinidad y Tobago, el resto de los países mostró niveles muy bajos de igualdad entre géneros, subraya el organismo de la ONU.
En todos los países que disponen de información comparable en este ámbito, la proporción de mujeres que se desempeñan en la economía informal es mayor que la de hombres, lo cual implica que más mujeres que hombres carecen de acceso a prestaciones sociales en su empleo y están expuestas a condiciones de mayor vulnerabilidad. La diferencia entre las mujeres y los hombres que están en la informalidad varía entre el 0,2% de Argentina y el 10,3% en Uruguay, el 14% en Bolivia y el 16% en Perú. Venezuela es el único país de la región donde hay más hombres que mujeres en la informalidad.
En lo que respecta a las desigualdades asociadas al origen racial y étnico, el panorama tampoco es alentador. Con excepción de Costa Rica y Haití, en el resto de los países latinoamericanos, la pobreza es muy superior entre la población indígena y afrodescendiente que entre la población blanca. En Panamá, por ejemplo, sólo el 9,3% de los descendientes de europeos son pobres, pero el 54,7% de los indígenas y negros lo son. En Ecuador esos porcentajes son de 29 y 61% respectivamente.
http://www.elmundo.es/america/2010/10/19/noticias/1287504713.html

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